Protocolo para el próximo curso

Madrid no recortará alumnos por clase y solo exigirá mascarilla desde secundaria

El gobierno de PP y Ciudadanos diseña un plan con tres escenarios entre los que contempla la vuelta al confinamiento. En Primaria, los grupos podrán desdoblarse para que haya más espacio para todos.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Diaz Ayuso y el director de La Razón, durante el homenaje de el diario La Razón a los profesionales sanitarios por su trabajo durante la pandemia del coronavirus, este martes en la Real Casa de Correos.
Madrid no recortará alumnos por clase y solo exigirá mascarilla desde secundaria
EFE/Luca Piergiovanni

No habrá menos alumnos por grupo en los colegios e institutos de la Comunidad de Madrid. Los de Primaria podrán desdoblarse si la epidemia va a peor para realizar algunas actividades, utilizando para ello el gimnasio o la biblioteca. Mientras que los de secundaria tendrán que llevar mascarilla obligatoriamente si entre sus pupitres no hay una distancia mínima de 1,5 metros. Y solo podrán quitársela si existe esa distancia. Estos son algunos de los detalles del protocolo para el próximo curso que ha enviado la Consejería de Educación madrileña a los centros educativos, en los que les dicta las pautas que deben seguir para cada etapa educativa y qué requisitos se imponen a los profesores y el resto de personal para su día a día mientras dure la crisis del coronavirus. Un documento en el que también se contempla una hipotética vuelta al confinamiento si la situación empeora.

En estas instrucciones, que son las definitivas tras las recomendaciones que remitió el Ministerio de Educación, y que no gustaron nada al departamento que dirige Enrique Ossorio, hay contemplados tres escenarios de actuación en función de la evolución del virus. El curso 2020/2021 comenzará con el Escenario I, que está marcado por una aplicación de medidas higiénicas extraordinarias. Si la pandemia empeora, se pasaría al II, marcado por la "presencialidad parcial". Y si la situación alcanza cotas de una gravedad notable, similares a las de marzo de este año que provocaron el confinamiento de la población, se suspenderá la actividad educativa presencial y se impartirán clases en base a criterios específicos por ciclo educativo. Para estar preparados ante cualquier cambio, los centros "han de tener preparada con antelación la organización derivada de cada escenario, de modo que se permita su inmediata aplicación", señala el texto. 

En ese escenario I con el que está previsto reanudar la actividad normal en colegios e institutos, las obligaciones de higiene y protección más severas se aplicarán a la educación secundaria, bachillerato, Formación Profesional o clases para adultos. El ratio de 30 alumnos para la ESO y 35 en Bachillerato, que según denuncian desde la oposición y las asociaciones de padres suele ser mucho mayor, se mantendrá inalterable. Lo que va en contra de las recomendaciones de la cartera estatal de Isabel Celaá, que instó a que hubiera 20 alumnos como máximo. A cambio, se impondrá la obligatoriedad de que los estudiantes lleven mascarilla en todo momento si no hay posibilidad de que estén a 1,5 metros de distancia. Solo podrán prescindir de ella cuando estén su pupitre, y siempre que mantenga ese mínimo de separación entre unos y otros. Los docentes y el resto de empleados también tendrán que mantener esa distancia, y el tipo de mascarilla que deberán portar es la higiénica. 

Para esta etapa también se abre la puerta a que parte de la docencia impartida se realice por vía telemática. "Los centros, en función de sus posibilidades organizativas y a fin de preparar a los alumnos para un posible escenario de suspensión de la actividad educativa presencial, podrán establecer la impartición telemática de parte del horario de los alumnos con la temporalización que se considere adecuada al contexto de cada curso, del centro y de los alumnos, explica el documento de la Comunidad. Para el resto de itinerarios no está contemplada esta situación. Lo que sí se exige es conformar "grupos estables de convivencia" para que los niños estén en contacto solo con el grupo que se les asigne, y en los que no es necesario mantener la distancia interpersonal. "Los mencionados grupos evitarán el contacto con alumnos de otras clases, incluido en los horarios de patio o de comedor", destaca Educación. Si hay contacto con otros grupos, habrá que usar mascarilla.

Pasos a dar si crecen los contagios

Si el escenario I queda desfasado por un incremento notable de los positivos en el territorio madrileño, las instrucciones varían en función de la gravedad de la pandemia. En el escenario II, educación infantil de 0 a 3 años se mantiene sin cambios salvo nueva orden del Ministerio. Si este cambiara los criterios, se priorizará que acudan a clase los niños "cuyos progenitores acrediten que deben trabajar fuera de casa". En el segundo ciclo de infantil y en Primaria, hay dos opciones: se desdoblará a las clases para que haya menos contacto físico entre los menores, para lo que se podrán usar otras estancias, o se aplicará el criterio de los 1,5 metros de distancia. En educación especial, si se determina que un alumno no asista por la razón que sea, sí podrá acudir a su centro para recibir las terapias y tratamientos asignados. Pero si tiene que acudir a una hora distinta que la de sus compañeros, la Comunidad delega la responsabilidad del desplazamiento en sus familias. 

En Secundaria, Bachillerato y similares también habrá dos opciones posibles. La primera es que los alumnos vayan al centro la mitad de los horas que les corresponden a la semana. Para ello, se crearían dos subgrupos que trabajarían de forma independiente, acudiendo unos a tres clases en las primeras horas del día y los demás a otras tres en las últimas horas de la mañana. El cambio de turno duraría 30 minutos, en el que tendrían que limpiarse y desinfectarse las aulas. La otra posibilidad es que la reducción llegue a un tercio del horario semanal. Pero de esa organización tendrían que encargarse los propios centros. Y cuando no haya clases presenciales, el profesorado deberá atender a sus estudiantes de manera telemática. 

En cuanto al escenario de confinamiento, el más extremo de todos, todo el personal tendrá que teletrabajar y cumplir las horas que haría de manera presencial. La educación de 0 a 3 años dejaría de impartirse, mientras que de 3 a 6 años habrá contacto habitual entre niños y maestros, que les pondrán tareas acordes a su edad, que es lo mismo que ocurrirá con Educación Especial. En Primaria habrá clase online a diario, pero se flexibilizarán asignaturas y horarios. En el resto de etapas, que incluyen la secundaria y el bachillerato, se reorganizarán los horarios y se adaptarán los programas para evitar que los jóvenes pierdan el curso. Las calificaciones también tendrán que adaptarse a ese contexto. 

Deporte en grupos cerrados

Otras cuestiones del protocolo tienen que ver con actividades habituales del día a día y con el deporte que realicen los menores. Por ejemplo, las puertas de las distintas salas tendrán que permanecer abiertas para evitar el contacto con pomos o manillas, que podrían contaminarse. La documentación en papel se limitará, así como compartir materiales, ya sea entre el personal o entre los alumnos. Y si hubiera que compartirlos, tendrían que tomarse medidas de higiene previas. En los juguetes de educación infantil, se evitará que sean de material poroso para que sean más fáciles de limpiar y no tengan orificios. Además, no habrá alfombras de juego o 'gimnasios' para bebés. En el caso de que se usen ordenadores comunes, habrá que desinfectarlos. Por último, en educación física se priorizarán actividades de no contacto. Pero si se hacen, como fútbol o baloncesto, se realizarán con los grupos estables.

A preguntas de esta redacción, la Consejería de Educación asegura que proporcionará a todo el personal de los centros tanto las mascarillas como los geles hidroalcohólicos que precisen en cada jornada. Además, confirman que en el escenario III, el cierre de los centros provocaría la clausura de los comedores escolares, lo que podría dejar sin una comida caliente a los menores de familias que reciben la Renta Mínima de Inserción. Si esto ocurriera, la Comunidad de Madrid volvería a distribuir menús a través de distintos puntos para estos niños, como ya ocurrió durante el confinamiento.

Mostrar comentarios