Martin McGuiness, el viaje de un insurgente hacia la política convencional

  • De ex comandante del IRA a viceministro principal norirlandés, el republicano Martin McGuinness, candidato a la Presidencia de la República de Irlanda, encarna mejor que nadie el tortuoso viaje del nacionalismo radical irlandés hacia la paz.

Javier Aja

Dublín, 16 sep.- De ex comandante del IRA a viceministro principal norirlandés, el republicano Martin McGuinness, candidato a la Presidencia de la República de Irlanda, encarna mejor que nadie el tortuoso viaje del nacionalismo radical irlandés hacia la paz.

"Estoy muy, muy orgulloso de ello", dijo en 1973 al ser condenado por pertenencia al ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA), lo que confirmó, sin rubor, 28 años después, cuando confesó que había sido el "número dos" de la banda el 30 de enero de 1972, el año del denominado "Domingo Sangriento" en Derry.

Con la voz quebrada por la emoción, vino a decir lo mismo en 2007 durante una conferencia especial del Sinn Fein, brazo político del IRA, aunque en esa ocasión tiró de sus credenciales republicanas para pedir a sus correligionarios que aceptasen, por primera vez en su historia, la autoridad de la Policía y la Justicia norirlandesas.

Era el final del trayecto para una organización que causó casi 2.000 muertos en las más de tres décadas de conflicto armado en Irlanda y el Reino Unido. Meses después, el Sinn Fein entraba en el Gobierno norirlandés de poder compartido entre católicos y protestantes.

Y, cuando en 2009 el IRA de Continuidad, una facción disidente del IRA, asesinó a un policía norirlandés y McGuinness calificó a sus pistoleros, republicanos también, de "traidores". Una declaración que sorprendió tanto a la comunidad católica como a la protestante.

Casado y padre de cuatro hijos, Martin McGuinness nació en 1952 en el Bogside, el barrio católico de Derry (Irlanda del Norte), e ingresó en el IRA en 1969, condición que no le impidió iniciar en 1972 negociaciones secretas con el Gobierno británico para lograr un alto el fuego definitivo del grupo armado, que llegaría en 1997.

A diferencia del presidente del Sinn Fein, Gerry Adams, McGuiness no proviene de una familia republicana, pero se unió al movimiento motivado por la brutal respuesta que recibieron los grupos pro derechos civiles a manos de las fuerzas de seguridad a finales de la década de los años 60.

Su habilidad política y su carisma entre los voluntarios del IRA le convirtieron pronto en uno de los máximos exponentes de la doble estrategia de la "urna y el rifle": la mezcla de política y violencia como única vía para la reunificación de la isla.

Cuentan sus biógrafos que, cuando ya era una figura política destacada, alojó en una ocasión a una unidad del IRA en fuga en el fronterizo condado irlandés de Donegal, después de que Adams se negase a hacerlo.

No obstante, su reputación como estratega político y militar choca con controvertidas decisiones que tomó en momentos clave para el secreto proceso de paz, antes de la firma del acuerdo del Viernes Santo (1998), cuando el IRA todavía ejercía considerable influencia sobre el Sinn Fein y no al revés.

A los ojos de varios observadores, sus iniciativas llevaron a la organización paramilitar a un callejón en el que la única salida ha sido la vía democrática y pacífica.

Por ese motivo, McGuinness se ha visto obligado en ocasiones a salir al paso de informaciones que lo situaban como uno de los espías infiltrados por los servicios secretos británicos en el seno de la organización paramilitar desde principios de la década de los años 90.

Sea como fuere, la carrera pública de McGuinness ha tenido una clara proyección.

En 1997 fue elegido diputado en la Cámara de los Comunes, puesto para el que sería reelegido en 2001, 2004 y 2010, mientras en 1998 logró un escaño a la Asamblea norirlandesa, que ha mantenido hasta las elecciones autonómicas del pasado mayo.

Tras la breve restauración de la autonomía norirlandesa, entre 1999 y 2002, McGuinness sirvió como ministro de Educación en el Gobierno de poder compartido entre católicos y protestantes.

Y en 2008 le llegó el turno de regir los destinos de la provincia junto a su eterno enemigo, el reverendo Ian Paisley.

Ahora da un paso más en su viaje hacia la política convencional presentándose como candidato a la Presidencia de la República de Irlanda por el Sinn Fein, que concurre por primera vez en su historia a esas elecciones.

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