Merkel cierra el congreso de la CDU llamando a la movilización electoral

  • La canciller alemana, Angela Merkel, cerró hoy el congreso de la Unión Cristianodemócrata (CDU) arropada hasta la devoción por sus filas y con proclamas a la movilización a los suyos ante las elecciones generales de 2013.

Gemma Casadevall

Berlín, 5 dic.- La canciller alemana, Angela Merkel, cerró hoy el congreso de la Unión Cristianodemócrata (CDU) arropada hasta la devoción por sus filas y con proclamas a la movilización a los suyos ante las elecciones generales de 2013.

"Tenemos ante nosotros diez meses de intenso trabajo", afirmó Merkel, en su última intervención al cierre del congreso, celebrado en Hannover (centro) y orientado a su reelección como canciller en las legislativas del próximo año, previstas para septiembre.

Entre esas tareas que la CDU tiene por delante citó la canciller tanto el "trabajo de convicción" -al electorado- como la concreción en un programa electoral "sólido" de los puntos contenidos en la moción aprobada ayer por unanimidad por el millar de delegados.

Fue un congreso sin fisuras, plasmado en el casi 98 % con que Merkel fue reelegida el martes jefa del partido, con 12 años en el cargo, y amplificado por el compromiso de cohesión ante los comicios expresado por su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU).

La CSU "esta determinada a ser un gatito ronroneante y no un león rugiente" en los próximos meses, prometió su líder, Horst Seehofer, en su intervención ante los delegados, para expresar luego su convicción de que 2013 será un año "dorado" para la Unión.

El compromiso explícito del líder bávaro es más que un gesto de mera gentileza ante el congreso, ya que la CSU no siempre se ha comportado como un partido hermano solícito hacia la formación de la canciller y mucho menos hacia Merkel.

Los doce años de Merkel al frente de la CDU han sido ricos en tensiones con la CSU, a la que le costó digerir su liderazgo: por mujer, por haber crecido en el Este del país y por ser evangélica, tres factores anómalos en la tradicionalista y católica Baviera.

"Eres nuestra presidenta", dijo Seehofer, "y estamos orgullosos de ti", añadió, reproduciendo el sentir de muchos alemanes a los que tal vez costó aceptar a Merkel, pero que ahora se maravillan de su capacidad para crecerse, especialmente a escala internacional.

Mientras fuera de Alemania se extiende la imagen peyorativa de una canciller que impone una disciplina de austeridad que atenaza a media Europa, en el país se siente cierto orgullo por la tenacidad de una canciller "defensora" de la solvencia alemana.

El congreso de la CDU estuvo volcado a una Merkel infatigable y omnipresente en todos los debates, desde las sesiones preliminares del lunes al cierre, en que finalmente se aprobó por unanimidad la moción elaborada por la presidencia -es decir, la canciller-.

Se trata de un texto que busca conciliar progresismo y esencias conservadoras del partido, muy de acuerdo al estilo de Merkel de buscar consensos entre las familias del partido.

"Una Alemania fuerte, con oportunidades para todos", es el título de la noción, que entre otras cosas apuesta por favorecer la integración en su mercado laboral de inmigración cualificada, desde un espíritu que califica de "cultura de la bienvenida".

La inclusión de ese apartado se considera un hito para un partido que hace pocos años no asumía siquiera que Alemania pudiera considerarse un país receptor de inmigración.

El texto apunta asimismo a "reforzar" el papel de la mujer en posiciones de liderazgo, aunque rechaza la imposición de una cuota del 30 % en los consejos de administración de la empresa privada, como proponía la ministra de Trabajo, Ursula von der Leyen.

La titular de Trabajo, en otros momentos una de las estrellas del Gobierno de Merkel, se fue como derrotada del congreso, tanto en cuanto a contenidos como a su elección para una de las vicepresidencias del partido, en que obtuvo apenas 68 %.

Al congreso de la CDU seguirá el domingo el del Partido Socialdemócrata (SPD), también en Hannover, en el que Peer Steinbrück se someterá a la ratificación de las bases como candidato a la cancillería en las generales de 2013.

Steinbrück goza de una buena consideración entre el ciudadano, debido en buena parte a su gestión como ministro de Finanzas en la primera legislatura de Merkel (2005-2009).

Sobre él pesa, sin embargo, la controversia sobre los altos ingresos adicionales que percibe como conferenciante, ya que es el político más prolífico del país en cuanto a presencia en foros económicos.

La polémica acerca de hasta qué punto es ético contar con tales sobresueldos, máxime en un socialdemócrata, está marcando su camino hasta la ratificación como candidato, de manera que precisa poder exhibir un amplio respaldo para apuntalar su lucha por la cancillería. EFE

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