Mil millones de personas viven en barrios marginales, según la onu


Alrededor de 1.000 millones de personas residen en barrios marginales y viviendas inadecuadas, una cifra que aumenta por la creciente urbanización, el incremento demográfico y por los movimientos migratorios.
Así lo asegura el secretario general de ONU Hábitat, el español Joan Clos, en un mensaje difundido con motivo del Día Mundial del Hábitat, que se conmemora este lunes.
Este año, Naciones Unidas ha elegido como lema ‘Voces de los suburbios’, con el fin de dar a conocer las condiciones de vida en algunas zonas del planeta, donde una multitud de personas reside con vivienda inadecuada, sin infraestructuras de agua y saneamiento, y sin una ocupación segura.
“Raramente hay algún espacio público en estas áreas y no existe distribución de las calles, lo que significa que no hay transporte público ni acceso a los servicios de emergencia”, señala Clos.
El exalcalde de Barcelona indica que, en el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el planeta se comprometió a mejorar las vidas de 100 millones de habitantes de suburbios para 2020, pero añade que, “con la creciente urbanización, el número de personas que han nacido o están en movimiento en estas áreas es cada vez mayor y el número total de personas que viven en barrios pobres sigue aumentando”.
CAMBIO CLIMÁTICO
Además, apunta que las personas que viven en barrios pobres están más expuestas al cambio climático, con casas a menudo construidas precariamente en pendientes o en espacios inadecuados y con materiales inapropiados, lo que les hace vulnerables a deslizamientos de tierra, inundaciones y terremotos.
“Se están realizando grandes esfuerzos para mejorar muchos barrios pobres de todo el mundo y mejorar la vida de los que viven allí, pero los barrios marginales son una manifestación de la rápida urbanización sin control y que nuestras ciudades se expandan sin que el diseño o la regulación tenga en cuenta a sus ciudadanos”, indica.
Por ello, pide “con urgencia” enfocar los esfuerzos en “la planificación urbana sólida y la provisión de vivienda segura y asequible”.
“Nuestros ciudadanos urbanos tienen el derecho a una vivienda y servicios básicos adecuados, y tenemos que asegurarnos de que nuestras ciudades y pueblos son planificados adecuadamente para proporcionárselos”, apostilla.

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