Dakar, 10 mar.- Varias organizaciones pro derechos humanos lamentaron hoy la decisión unilateral del Gobierno de Senegal de repatriar el próximo lunes al expresidente de Chad Hisen Habre a su país.
"Extraditar a Habre a Chad es enviarlo al matadero, lo que es inaceptable", declaró a los medios Alioune Tine, presidente del Encuentro Africano para la Defensa de los Derechos Humanos (RADDHO).
"Esta decisión es contraria a las convenciones internacionales que prohíben la repatriación de una persona a un país donde se practique la tortura y se aplique la pena de muerte", dijo Tine.
En opinión del activista pro derechos humanos, le corresponde al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, y al presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Jean Ping, actuar urgentemente para imposibilitar la decisión del presidente Abdoulaye Wade.
Tine recordó que la RADDHO lleva años luchando, junto a varias organizaciones, para que el exgobernante chadiano, acusado de la muerte de miles de personas, comparezca ante un tribunal, pero no puede admitir su devolución a Chad.
"Los que combaten a Habre -agregó- quieren que sea juzgado en un país donde sus derechos estén garantizados".
Demba Ciré Bathily, de Amnistía Internacional Senegal, también condenó la decisión de Senegal, y opinó que, de no ser juzgado en este país, debería ser extraditado a un país como Bélgica, que lo reclama desde hace años.
"Devolver a Habre a su país no es conforme a las exigencias de los defensores de los derechos humanos, aún menos de la comunidad internacional", añadió Bathily, en declaraciones a los periodistas, después de conocerse la decisión del Gobierno senegalés.
"El Estado de Senegal ha tomado la decisión soberana de repatriar al antiguo presidente Chadiano Hisen Habre a su país. Va a salir de Dakar el lunes, 11 de julio, a bordo de un vuelo especial", dijo el ministro de Información y portavoz del Gobierno, Moustapha Guirassy.
Según el ministro, Senegal ha dado ese paso "conforme a una decisión de la UA y cumple las convenciones internacionales que imponen un juicio para el antiguo jefe del Estado chadiano".
Habré está acusado de ser el responsable de persecuciones étnicas llevadas a cabo en 1984, 1987 y 1989, contra grupos étnicos rivales.
En septiembre de 2005, un tribunal belga acusó a Habré de crímenes contra la humanidad, tortura y crímenes de guerra, y otras violaciones de los derechos humanos.
Habre ejerció como presidente de Chad entre 1982 y 1990, cuando fue derrocado por el actual presidente chadiano, Idriss Deby, que llegó al poder al frente de una rebelión armada.
Desde hace años, Hisen Habre estaba pendiente de un proceso por los crímenes que le imputan organizaciones pro derechos humanos, que han presionado al Gobierno senegalés para juzgarle o extraditarle a un país que acepte organizar el juicio.
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