Recortes en educación: una hora de espera para estudiar en la biblioteca

La televisión, el ordenador, la música, el teléfono o incluso la nevera. Estudiar en casa es una prueba de fuego para muchos, y la alternativa de las bibliotecas es una buena solución para los que no se concentran con facilidad. Pero si tienes que hacer una hora de cola para conseguir un sitio... es como para pensárselo dos veces.

Es lo que les está ocurriendo a cientos de alumnos valencianos. Los recortes en educación ya se empiezan a notar en la tercera ciudad más grande del país. Ni fines de semana ni festivos. Las 33 bibliotecas municipales se suman al cierre de la salas de estudios de las universidades de la capital valenciana. Estudiar en una biblioteca es casi imposible, como ha reflejado lasprovincias.es en un artículo.

Comida envasada y paciencia. La única sala de estudio que abre sus puertas estos días es la del Centro Cultural Bancaja. Sin embargo, allí no caben todos los interesados. Los dos turnos establecidos (mañana y tarde) no dan abasto. En cada turno se reparten 160 plazas. Muchos se vuelven a casa con los libros.

Si las puertas del centro abren a las 9.00h, una hora antes ya hay un puñado de jóvenes. Los que se quitan las legañas en la cola tienen la plaza asegurada. Pero el que se entretiene más de la cuenta en el desayuno, se puede olvidar de estudiar en compañía. Veinte minutos pueden ser demasiados.

"Hacer cola para estudiar es muy triste", dice uno de los candidatos al medio valenciano. Los más pacientes que se han quedado sin entrar optan por esperar al siguiente turno, que comienza a las 14.00h. En la segunda tanda también hay algunos del turno de la mañana, que cruzan los dedos para estudiar cinco horas más.

Desde el ayuntamiento han asegurado que están haciendo números para ampliar los horarios de apertura. Mientras, la cola sigue alargándose.