Un total de 2.366 españoles están encarcelados en el extranjero


Un total de 2.366 españoles cumplen pena de prisión en cárceles extranjeras, según se desprende del último informe del Defensor del Pueblo, el correspondiente a 2010, que llegó hoy al Congreso de los Diputados.
Las quejas de los españoles que están encarcelados en el exterior ocupa un capítulo de esa memoria, y según los datos recogidos de la Dirección General de Asuntos Consulares y Migratorios del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, los españoles presos en el extranjero eran 2.366 a 30 de diciembre de 2010.
De ellos, la mayor parte está en Perú (278), y después en orden decreciente siguen Marruecos (232), Francia (212), Brasil (205), Portugal (177), Italia (147), Colombia (136), Argentina (106) y Alemania (101).
El Defensor del Pueblo recibió 29 quejas por la atención a esos presos, de las cuales 19 se admitieron a trámite y en 15 han concluido las investigaciones.
De esas quejas, cuatro proceden de Marruecos, otras cuatro de Francia, otras cuatro de Brasil, tres de Colombia, dos de Estados Unidos, otras dos de Argentina, y una de Ecuador, Perú, Italia y Portugal.
La mayor parte de quien formula esas quejas lo hace por lo que considera una atención deficiente por parte del consulado o por las demoras en la tramitación y ejecución del traslado a España para el cumplimiento de la condena.
La experiencia demuestra, dice la memoria, que desde que un preso solicita su traslado a España en aplicación de un convenio, puede transcurrir un año hasta que es aprobado por ambos países, y eso teniendo en cuenta que la petición no puede formularse hasta que la sentencia no es firme.
Los autores de las quejas relatan, por ejemplo, "que no son visitados" por las autoridades consulares "con la asiduidad que su situación requiere", que no se les entrega, o se hace tarde, la ayuda económica concedida para tratar de suplir las carencias de la prisión, o que no se ofrece una información adecuada a los familiares que telefonean desde España.
La memoria incluye relatos "sorprendentes" sobre sistemas penitenciarios y llega a juzgar "incomprensible" que se mantengan determinadas condiciones en prisiones de Venezuela o Marruecos.
Por ejemplo, reproduce un fragmento de una carta enviada por una española presa en Los Teques (Venezuela), que dormía junto a otras internas "en el suelo del pasillo con una colchoneta sucia que compré al llegar, dado que la prisión no te provee de algo tan básico y necesario" a pesar de que son 700 presas en un centro preparado para 300.
Esa presa relataba que tampoco había agua corriente ni inodoro, por lo que tenían que "orinar en la ducha y defecar en un periódico, una bolsa, y tirarlo por la ventana a no ser que tengas dinero y pagues en otro pasillo por un baño en condiciones".

Mostrar comentarios