Con más de 100 estrellas Michelin entre su círculo de amigos pasados y presentes, la manufactura materializa hoy sus vínculos con la guía Michelin por medio de una nueva alianza. Blancpain y la guía Michelin se proponen así promover juntos la excelencia, la pasión y el saber hacer que les caracterizan. Esta colaboración tan duradera y significativa marcará el panorama gastronómico internacional. Más de 20 eventos y guías se darán cita cada año para celebrar la alta cocina, desde Shanghái a París, pasando por Nueva York o Tokio, por citar algunas de estas ciudades.
Tanto la alta relojería como la alta cocina se rigen por un mismo principio: la calidad de los relojes Blancpain y de cualquier obra culinaria requieren precisión en la ejecución y un perfecto maridaje de tradición, creatividad y autenticidad. Los maestros relojeros y los grandes chefs tienen en común su gran capacidad de combinar múltiples elementos e ingredientes y crear con ellos obras de arte. Además, el tiempo juega un papel crucial en la elaboración de manjares. Guardiana del tiempo desde hace casi tres siglos, la Casa Blancpain acompañará a la guía Michelin en su búsqueda de los talentos más excepcionales.
Blancpain, el relojero de la alta cocina
Fundada en 1735 por Jehan-Jacques Blancpain en el Jura suizo, Blancpain es la marca relojera más antigua del mundo. Fiel a su tradición de innovación, tal y como demuestran los innumerables avances técnicos y complicaciones relojeras inventados a lo largo del tiempo, la manufactura sigue desafiando los límites de la relojería para llevar este arte a cotas cada vez más altas.
La confluencia entre los mundos de la alta relojería y de la alta cocina es evidente tanto por la devoción que comparten por la artesanía como por la importancia que confieren a la calidad del producto y por su respeto por la gastronomía local y las tradiciones.
Por este motivo, la Casa Blancpain mantiene una relación privilegiada con los chefs más prestigiosos con estrellas Michelin. Todo comenzó en 1986, mucho antes del actual entusiasmo por la alta gastronomía, cuando la marca regaló a su amigo Frédy Girardet un reloj especialmente grabado para él al haber sido nombrado 'Mejor cocinero del mundo'. Tres años más tarde, Blancpain reafirmó su compromiso cuando Frédy Girardet, Paul Bocuse y Joël Robuchon fueron proclamados 'Cocineros del siglo'. La manufactura les honró obsequiándoles con un reloj grabado, como recuerdo de aquel momento. Desde entonces, el círculo de amigos de Blancpain ha ido creciendo; hoy cuenta con nuevos grandes de la gastronomía internacional, como el cocinero español Martín Berasategui, el suizo Edgard Bovier o el chef auvernés Julien Royer, todos ellos galardonados con estrellas Michelin.
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