Analistas israelíes, entre el pesimismo y culpar a Abás del fracasado diálogo

  • Analistas israelíes mostraron hoy su división sobre las consecuencias del nuevo fracaso del diálogo con los palestinos, entre quienes exculpan al primer ministro, Benjamín Netanyahu, y quienes dibujan un panorama desolador, amenazado por el aislamiento y la violencia.

Jerusalén, 30 abr.- Analistas israelíes mostraron hoy su división sobre las consecuencias del nuevo fracaso del diálogo con los palestinos, entre quienes exculpan al primer ministro, Benjamín Netanyahu, y quienes dibujan un panorama desolador, amenazado por el aislamiento y la violencia.

En esta pesimista perspectiva se situó este miércoles, Shlomo Yerushalmi, columnista del diario Maariv, para quien "la actual coyuntura es difícil y conduce hacia una nueva catástrofe".

"Nos encaminamos hacia una crisis diplomática con Estados Unidos y con el resto del mundo, hacia otro conflicto con los palestinos", asegura en un artículo titulado "Todo está perdido".

En su opinión, el fracaso de la negociación impulsada el pasado verano por el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, deja a Israel ante un horizonte plagado de dudas y amenazas, que puede llegar a socavar incluso sus principios.

"A largo plazo, si no hay una solución diplomática -y parece que probablemente no la habrá-, nos aproximamos a un estado binacional que no puede integrar, en condiciones pacíficas, a dos pueblos en conflicto desde hace casi 100 años", afirmó Yerushalmi.

Al hilo de estos argumentos, el periodista dijo "comprender completamente" a Kerry cuando la semana pasada habló de la posibilidad de que Israel se convierta en un estado apartheid, declaración que no negó pero que se vio obligado a precisar por las críticas.

"La ocupación niega los derechos básicos de los palestinos. No es aún apartheid, porque no hay una flagrante división racial como en Sudáfrica, pero a los ojos del mundo somos un estado que ocupa, oprime y desposee a otro pueblo porque pertenece a otra nacionalidad", afirma.

Para Yerushalmi no hay, además, salida, porque "Israel ha creado una situación sobre el terreno que es imposible e inviable de gestionar".

"No hay ningún primer ministro de Israel que pueda volver a las fronteras de 1967, desalojar a cientos de miles de colonos de sus casas, partir Jerusalén, lograr compromisos sobre los lugares santos, ceder el Valle del Jordan y llegar a acuerdos sobre el derecho al retorno (de los refugiados palestinos)".

"Y no hay ningún líder palestino que acepte menos de eso", concluyó.

En una línea opuesta se situaba Yoaz Handel, quien en el diario Yediot Aharonot, el de mayor tirada en Israel, responsabilizaba al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, del fracaso e instaba a Israel a tomar sus propias decisiones, de forma unilateral.

"Tras 20 años de conversaciones, ha llegado el momento de que nos demos cuenta de que Mahmud Abás no quiere un acuerdo. Es incapaz de dar ese paso, ya sea por razones políticas o mentales", explicó el columnista.

"Aquellos que responsabilizan al primer ministro... olvidan que otros jefes de gobierno como Ehud Olmert y Ehud Barak fracasaron antes que él. Uno puede acusar a Netanyahu de indecisión, de que es incapaz de tomar decisiones, pero nadie puede responsabilizarle de que Abás siga siendo Abás", agregó.

En este sentido, Handel concluye que la paz no es posible y que el único conflicto entre los políticos que existe en Israel "no es la paz si no acerca de la separación técnica entre nosotros y los palestinos. Mientras no discutamos sobre la realidad, fracasaremos en darle forma".

"Esta es la realidad israelí: una paz que no puede llegar, una disputa política que no puede suceder. En contra de la palabras de Kerry, Israel no puede ser acusado de ser un Estado apartheid porque no hay paz, igual que EEUU no puede ser acusado de ser una democracia fallida porque haya fracasado en extender la democracia en el mundo", agregó.

"El Estado de Israel es una democracia con un amplio territorio que demanda decisiones. No debemos negar el hecho de que deben crearse políticas. Pero por el otro lado, no podemos inventar un acuerdo que no existe, aunque lo desee EEUU", concluyó.

En el mismo diario, el periodista Shimon Shifer puso el acento en dos cuestiones fundamentales: una, que el diálogo fracasó porque Netanayahu y Abás no se reunieron en nueve meses de proceso, y dos, en que los anuncios continuos de nuevas construcciones en las colonias minó la confianza.

"¿Que nos queda? Hay quien propone que EEUU invite a israelíes y palestinos a Washington lo antes posible y les ponga delante un documento, en el que el estatus final para el acuerdo este determinado... aunque los israelíes no esperan que (el presidente norteamericano, Barack) Obama adopte esta iniciativa", afirmó.

"Pero la conclusión más importante del fracaso es el tema del calendario: en el futuro, las partes deben evitar poner fechas. Porque al final, el acuerdo sólo llegará si hay una verdadera implicación de EEUU".

"Es una condición esencial: que EEUU vuelva a actuar como una potencia mundial y pruebe a los responsables en Jerusalén y Ramala que es indispensable", apostilló.

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