Sería necesario el voto de 17 senadores republicanos

Comienza el segundo 'impeachment' a Trump por incitar el asalto al Capitolio

En un documento de 78 páginas, los abogados que representan a Trump pidieron desestimar el proceso por considerarlo puro "teatro político" por parte de los demócratas.

Donald Trump y Melania
Donald Trump y su esposa, Melania.
EFE

El segundo juicio político, conocido en Estados Unidos como "impeachment", al expresidente Donald Trump arrancó este martes en un Senado totalmente dividido, por lo que difícilmente será condenado por su responsabilidad en el asalto al Capitolio. Los 100 senadores ejercerán como jurado para valorar la acusación de "incitación a la insurrección" por la irrupción de una turba de sus seguidores en el Capitolio, que dejó 5 muertos. 

En una votación parecida a finales de enero, tan solo 5 de los 50 senadores republicanos votaron a favor de la constitucionalidad del proceso, lo que augura una absolución como desenlace final del juicio ya que serían necesarios al menos 17 para condenar a Trump.

El procedimiento pasará a la historia en dos sentidos: porque convertirá a Trump en el primer presidente estadounidense que afronta dos juicios políticos -tras el celebrado hace un año por sus presiones a Ucrania-, y porque nunca antes se había sometido a un "impeachment" a un mandatario cuando ya no está en el poder. Los abogados de Trump se han aferrado a ese último hecho y lo han convertido en el pilar principal de su defensa, al argumentar que es inconstitucional juzgar políticamente al expresidente cuando ya no está en la Casa Blanca.

En un documento de 78 páginas, los letrados pidieron desestimar el proceso contra Trump por considerarlo puro "teatro político" por parte de los demócratas, y tacharon de "absurda" la acusación de que el expresidente incitó el asalto al Capitolio. El juicio político volverá a centrar la atención de Washington en Trump menos de tres semanas después de que el expresidente abandonara el poder, pero no lo hará por demasiado tiempo: se espera que el proceso dure apenas una semana o diez días, según las negociaciones previas.

Tanto a los demócratas como a los republicanos les interesa un "impeachment" fugaz: los primeros quieren despacharlo para poder centrarse en las prioridades del nuevo presidente de su partido, Joe Biden; y los segundos temen las consecuencias de un largo debate sobre las polémicas acciones de Trump.

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