Francia se recupera: ¿por qué la crisis es menos grave de lo que esperaba París?

El daño es menor de lo esperado. La economía francesa está sufriendo su peor recesión desde el final de la Segunda Guerra Mundial, con una caída de la actividad del 17% en el segundo trimestre, tras el 5,3% en el primero, pero el Instituto Nacional de Estadística (INSEE) ha revisado al alza sus previsiones de hace tres semanas debido en buena parte al repunte en el consumo. Así, el INSEE corrige los cálculos para el segundo trimestre que había presentado el 27 de mayo, cuando había anticipado un bajón del producto interior bruto (PIB) del 20%, en un informe de coyuntura publicado este miércoles. 

Por un lado, ahora dispone de nuevos indicadores sobre los meses de confinamiento, que evidencian descensos de la actividad respecto a los niveles "normales" anteriores a la crisis menos acusados de lo que había anunciado anteriormente: un 16% en marzo, un 29% en abril y un 22% en mayo.

La desescalada comenzó en Francia el pasado 11 de mayo y desde entonces el INSEE constata una recuperación económica "muy clara", de forma que la caída en junio se limitará al 12 %, en lugar del 14 % previsto hace tres semanas. Particularmente significativo es el repunte observado en el consumo, que supondrá una pérdida en junio de únicamente un 5% respecto a lo "normal". Por sectores productivos, el recorte que el INSEE espera en junio es del 34% en la construcción (tras el 55% en mayo), del 15% en la industria (frente al 25% un mes antes) y del 13% en los servicios.

Los autores del informe reconocen que no pueden predecir cuándo volverá la economía francesa a su nivel anterior a la crisis, entre otras cosas porque el golpe ha tenido un efecto muy heterogéneo según los sectores, pero también por las incertidumbres sobre el comportamiento de las empresas y la coyuntura internacional.

El Gobierno francés presentó el día 10 una última versión de su presupuesto para este año basada en la suposición de que el PIB retrocederá un 11% en 2020. Una cifra muy parecida a la de la previsión de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que en su escenario favorable auguró ese mismo día una caída del 11,4%, aunque también contempla un descalabro todavía mayor, del 14,1% en caso de que haya un nuevo brote de coronavirus antes de fin de año.