Las cosas que le tendrá que decir Zapatero a Mohamed VI

  • El presidente del Gobierno y el rey de Marruecos se reunirán este lunes en Nueva York en un intento por mejorar las relaciones diplomáticas entre ambos países. La lista de temas a tratar es larga.
El presidente José Luis Rodríguez Zapatero
El presidente José Luis Rodríguez Zapatero
Efe
Beatriz Toribio

Los incidentes entre España y Marruecos parecen la 'historia interminable'. Este verano asistimos a un nuevo capítulo de la relación amor-odio que mantienen ambos países tras las denuncias del Gobierno alauí de supuestos comportamientos racistas de policías españoles con ciudadanos marroquíes en la frontera.

A partir de ahí se desataron otros acontecimientos que tienen detrás dos problemas esenciales: la reivindicación de Ceuta y Melilla y el problema del Sáhara.El Gobierno español confía en suavizar la tensión con el encuentro de este lunes, pero son muchas las cuestiones que aún levantan chispas en las relaciones entre Marruecos y España.

¿Eran ciertas las denuncias marroquíes contra la Policía española? La nueva crisis se desató el pasado 7 de agosto cuando el Gobierno marroquí denunció el "peligroso giro racista" en el puesto fronterizo de Melilla. Según el país vecino, se han registrado varios casos de agresiones por parte de la Policía española a ciudadanos marroquíes que quieren atravesar la frontera. Aunque el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, viajó días después a Marruecos para tratar de zanjar el asunto, aún no se ha aclarado oficialmente si las acusaciones son ciertas o no.

Que las agresiones a activistas españoles no queden en el olvido. Cuando la tensión estaba al rojo vivo, un grupo de 14 activistas españoles fue detenido por la Policía marroquí tras participar en una manifestación pacífica a favor del pueblo saharaui. A su llegada a España, los activistas denunciaron haber sufrido agresiones físicas e insultos. Marruecos negó tales acusaciones y acusó al grupo de españoles de "provocación" por haber participado en una manifestación "ilegal". Como las relaciones ya estaban bastante tensas, el Gobierno español dio por buenas las explicaciones de Rabat, lo que ha generado una gran frustración entre los activistas españoles. La reunión de este lunes es una oportunidad para que este incidente no pase desapercibido.

El incidente del helicóptero. El Rey Mohamed VI no desaprovechará la reunión de hoy para volver a manifestar su malestar por la presencia de un helicóptero del Ejército español cerca del yate donde el monarca pasaba las vacaciones el pasado mes de junio. Los vuelos que realizó la aeronave tenían como objetivo abastecer a la guarnición militar del Peñón de Alhucemas, territorio situado a 300 kilómetros de la costa marroquí y que depende del Gobierno español. Aunque existe un acuerdo entre ambos países para que se produzcan este tipo de vuelos entre Melilla y el peñón, el incidente obligó al Rey Don Juan Carlos a intervenir. Zapatero deberá dejar claro que fue un incidente fortuito sin ninguna doble intención.Ceuta y Melilla son españolas. Es el gran escollo en las relaciones entre ambos países y lo que motiva la mayor parte de los altercados en la frontera. El último envite por parte de Marruecos en este asunto quedó reflejado en la carta que el primer ministro marroquí, Abbas el Fassi, envió la semana pasada quejándose de la visita de Mariano Rajoy a Melilla. En la misiva dirigida al presidente del PP, el ministro alauí pedía abrir un debate para "acabar con la ocupación de Ceuta como Melilla". El pasado mes de mayo Abbas el Fassi ya hizo un llamamiento idéntico y no hay que olvidar los altercados que provocó la visita que los Reyes realizaron en 2007 a ambas ciudades. Zapatero debe dar una respuesta contundente a Marruecos sobre este asunto y recordar al monarca alauí que ambas ciudades son españolas desde mucho antes de que existiera el Estado de Marruecos.

Clarificar la postura española sobre el Sáhara Occidental. El rey Mohamed VI acude a Nueva York para intervenir por primera vez en ante la Asamblea General de la ONU con el objetivo de que este organismo internacional avale su proyecto de autonomía del Sáhara Occidental, que consiste en dar una mayor autonomía a este territorio pero dentro de un "plan de regionalización" de todo el país.Desde la llegada de Zapatero al poder, España ha suavizado mucho su postura inicial de defensa del derecho del pueblo saharaui a decidir su futuro. La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega reiteró el pasado viernes que el Gobierno español aboga por una "solución justa, duradera y mutuamente aceptada" para el Sáhara,que se enmarque en las resoluciones de la ONU. Pero el enviado especial de la ONU Christopher Ross avisaba en su último informe de las escasas intenciones del Gobierno marroquí de dialogar con el Frente Polisario.El Gobierno español y el marroquí ya sufrieron una fuerte crisis en torno a este asunto tras la huelga de hambre de la activista saharaui Aminatu Haidar en el aeropuerto de Lanzarote. Acabar con la crisis de los embajadores. A parte de una larga lista de buenas intenciones y bonitas palabras, de la reunión de hoy se esperan pocos resultados tangibles. Pero uno de ellos y en el que el Gobierno español tiene grandes esperanzas está en que la reunión de hoy sirva para desbloquear la llegada a España del nuevo embajador marroquí, Ahmed Ould Souilem, un antiguo responsable del Frente Polisario, y que el Gobierno marroquí dé el 'ok' definitivo al nuevo embajador español, el ex secretario de Estado para la UE Alberto Navarro. La visita de los Reyes en 2007 provocó tal malestar a Rabat, que su embajador en España fue retirado durante unos meses.

La reunión de Zapatero y Mohamed VI será el cuarto encuentro que mantengan ambos líderes, desde que el presidente español llegara a La Moncloa en marzo de 2004.A ella se unirá otro encuentro previsto entre el ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, y su homólogo marroquí, Taieb Fassi Fihri. Este encuentro tendría lugar el viernes también en Nueva York.

Por otra parte, está pendiente un posible encuentro entre el Rey Don Juan Carlos y Mohamed VI, que los dos acordaron en su conversación telefónica de agosto en el momento álgido de la polémica por las presuntas agresiones de policías españoles en la frontera de Melilla, si bien desde Casa Real se indica que aún no está cerrado.

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