Davina Tavener, de 47 años y madre de dos niños, falleció de forma repentina en un vuelo que la trasladada a Lanzarote. A las tres horas de vuelo, la británica, que iba acompañada de su marido, se desplomó en el inodoro y según aclara 'Daily Mail' falleció a causa de una afección cardíaca no diagnosticada.
Rápidamente, un cirujano que se encontraba en el avión intentó salvar a Davina sin éxito. Tras el fallecimiento se ha levantado la polémica acerca de si los aviones tendrían que ir equipados con desfibiliadores. A día de hoy, este medio de transporte no tiene la obligación de estar equipados con ellos, según informó el mismo medio.
Un portavoz de Ryanair, compañía en la que viajaba la fallecida dijo: "Todos nuestros equipos están capacitados en primeros auxilios y son responsables de la seguridad y protección de la cabina. En el caso de producirse un incidente durante el vuelo que requiriese intervención médica, nuestra tripulación desviaría el vuelo al aeropuerto más cercano".
El marido de la fallecida comentó que su mujer se encontraba bien de salud aunque una semana antes se había quejado de dolor de estómago.
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