¿Vuelven las paperas? Varios colegios e institutos de Madrid se ponen en alerta

  • Esta contagiosa enfermedad, que se previene mediante vacuna, ha vuelto a hacer acto de presencia en varios centros de educación madrileños.
Niños en un colegio
Niños en un colegio

Las paperas son de esas enfermedades que se creen superadas a día de hoy. Al igual que la rubéola o la escarlatina, se trata de una enfermedad que gracias al desarrollo de la medicina se ha podido reducir en gran medida hasta quedarse en algo residual. Si bien tiene periodos de vuelta en los que se hace más virulenta, atacando especialmente a niños y adolescentes, y es lo que está ocurriendo en la Comunidad de Madrid.

Varios colegios e institutos madrileños de los que este medio ha tenido constancia llevan varias semanas sufriendo un brote de paperas que está afectando, sobre todo, a los alumnos. En estos centros se han tenido que poner en marcha los protocolos sanitarios pertinentes ante esta enfermedad y que tiene establecidos la Comunidad de Madrid.

Este medio ha podido acceder a las circulares que los diferentes centros están enviando, tanto a los padres como los docentes, ya que estos también están expuestos a la enfermedad y, precisamente, en adultos las paperas tienen más virulencia. Como señala el documento dirigido a mayores, ante la aparición de diversos casos en estos centros, los adultos docentes menores de 50 años, si no recuerdan haber pasado la enfermedad en la infancia, deben acudir a un centro médico para saber si están correctamente vacunados con dos dosis de la vacuna triple vírica. Igualmente, les encomienda a acudir al médico si notan alguno de los síntomas compatibles con la enfermedad.

En cuanto a las circulares para los padres de los alumnos, se advierte a los padres de que "la medida de control más efectiva para interrumpir la aparición de casos secundarios es la VACUNACIÓN -en mayúsculas- de las personas susceptibles que no hayan recibido las dos dosis de vacuna triple vírica". Por ello, recomiendan repasar la cartilla vacunal de sus hijos o que acudan a un centro de salud con esta nota informativa para verificar si los niños están correctamente vacunadas. En caso de no estarlo, deben proceder a vacunarles ante los casos de paperas que están apareciendo.

Fallos en las vacunas

Así, el protocolo de la Comunidad de Madrid recomienda en exclusiva la vacunación para tratar las paperas. Si bien el pasado año en casi todas las comunidades se vivió una epidemia de paperas ante el fallo de algunas vacunas. En este caso, la enfermedad afectó a adultos de entre 24 y 35 años, ya que se detectó un fallo en las dosis de una vacuna contra las paperas que se inyectó a los niños en los años 9o, lo que favoreció la reaparición de la enfermedad en 2017.

En este caso, Sanidad explicó que la cepa que se utilizó en esas vacunas de los 90 no era eficaz en un 50%, de ahí los casos que se estaban dando. Un fallo que había dado avisos meses ya con anterioridad otros años. Si bien en lo que ahora está ocurriendo en los colegios madrileños no parece tener nada que ver la vacunación. Aunque desde la Consejería de Sanidad de Madrid  no han respondido a las preguntas de este medio a fecha de publicación del reportaje, en este caso no parece que el repunte de paperas se deba a fallos en las vacunas, sino que se trata de un brote ocasional.

Enfermedad muy contagiosa

El principal hándicap de las paperas es que son muy contagiosas, "ya que es una enfermedad viral, lo que aumenta el riesgo de contagio, al igual que ocurre con las varicela", señala la doctora Moratinos, del Hospital de Móstoles. Si bien, al ser vírica, no es necesario tomar antibióticos para tratarla, "pues se acaba yendo al cabo de dos o tres semanas, aunque conviene tomar algún analgésico para reducir el malestar propio de la enfermedad".

En concreto, las paperas, o parotiditis, se manifiestan sobre todo por la inflamación de las glándulas salivales, "sobre todo la parótida, que es la que está justo delante del oído, de ahí que en casos de gravedad pueda producir sordera". Los síntomas, además de la hinchazón característica, son fiebre y mucosidad, de ahí que se receten analgésicos para tratarla. El contagio se produce por la saliva, al hablar o al beber de un vaso de alguien con la enfermedad, por ejemplo. Además, el hecho de que sea una enfermedad vírica hace que todo el que la pasa tenga inmunidad de por vida, pues una vez que se sufre no se puede volver a tener porque el cuerpo queda inmunizado para ello.

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